Recomendaciones para desarrollar compromisos en materia de nutrición e igualdad de género
De los 820 millones de personas que padecen desnutrición crónica en todo el mundo, el 60% son mujeres y niñas. Dos de cada tres mujeres en edad reproductiva (más de 1 millones de mujeres) padecen al menos una deficiencia de micronutrientes esenciales.1 Desde 2020, en los 12 países más afectados por la crisis alimentaria y nutricional mundial, el número de mujeres embarazadas y lactantes y de adolescentes que sufren desnutrición aguda se ha disparado de 5.5 millones a 6.9 millones (es decir, el 25%).2 Al mismo tiempo, el sobrepeso y la obesidad afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas.3 La prevalencia de la obesidad es mayor en las mujeres que en los hombres en todos los países, tanto en entornos urbanos como rurales, independientemente del quintil de riqueza del hogar, según los datos más recientes disponibles.4,5 Los malos resultados nutricionales (desnutrición, deficiencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad) entre las mujeres y las niñas obstaculizan sus oportunidades económicas y socavan el progreso en materia de igualdad de género. Por ejemplo, la tasa de anemia está aumentando a nivel mundial y afecta a 3 de cada 10 mujeres en edad reproductiva, con un costo económico global de 113 mil millones de dólares por año.